Vitíligo, la enfermedad sin color
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La modelo Winnie Harlow es la principal cara hoy en día de una enfermedad poco frecuente que se manifiesta a través de manchas sin pigmento
Hoy, que por cuestiones como vemos de moda, se habla mas que nunca del vitíligo, la Academia Española de Dermatología (AEDV) y la Asociación de Pacientes ASPAVIT denuncian el desconocimiento por parte
¿Qué es el vitíligo?
Es una enfermedad cutánea que se manifiesta a través de manchas sin
pigmento, pues el sistema inmunitario destruye los melanocitos de la
piel, es decir, las células de la pigmentación. Es un proceso
generalmente benigno, pero puedeLo padece el 2% de la población, y entre el 20 y el 30 % de los casos comienza en la infancia. De hecho, la mayoría de pacientes presentan la enfermedad antes de cumplir 40 años.
Tiene dos variantes, la focal, que se presenta como ligeras manchas segmentadas en el cuerpo, especialmente en zonas expuestas al sol, y la universal, que abarca grandes extensiones.
¿Afecta a un perfil concreto de personas?
No existe mayor predisposición por sexo o raza, aunque los pacientes blancos, si no toman el sol, apenas muestran síntomas.
¿Qué lo produce?
Está clasificado como enfermedad autoinmune, pues el cuerpo actúa
inmunológicamente contra los melanocitos. De hecho se acompaña a menudo
de otras enfermedades autoinmunes, como la Tiroiditis de Hashimoto o
hipotiroidismo inmune. El componente hereditario es bastante frecuente,
pues muchos pacientes tienen antecedentes en la familia con el mismo
problema.
¿Tiene tratamiento?
Muchos especialistas consideran que no hay tratamiento eficaz y solo
recomiendan utilizar un filtro protector para evitar que la enfermedad
se agrave debido a quemaduras solares, según el doctor Agustín Alomar,
dermatólogo del Institut Universitari Quirón Dexeus de Barcelona y
miembro de la AEDV. Este experto, que lleva treinta años dedicado a la enfermedad, considera que sí existe tratamiento. «Es un proceso dermatológico sin garantía de curación y con una perspectiva de tratamiento prolongado aunque sencillo, sin efectos secundarios pero incómodo, hay que tener fe en el dermatólogo y mucha constancia», explica el doctor Alomar.
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